Hace 40 años, Don José Martínez decidió abrir un bar, llamado “Bar Puente Genil”. Lo llamó así por lo difícil que resultaba acceder al bar, teniendo que atravesar acequias, charcas y varios metros de huerta. Allá por el final de los ochenta, José, el hijo mayor y más tarde, su hermano Julián, tomaron las riendas del negocio. Decidieron remodelarlo y convertirlo en una cafetería, creando el “Café Genil”, tal y como se conoce hoy en día. Y no sólo eso. Lo que en un principio era un café acabó convirtiéndose en tres locales, aunque, debido a la urbanización de la zona, uno de ellos ha sido derrumbado a la espera de la finalización de la construcción.
Aquella cafetería, la segunda siguiendo el orden de apertura, se ubicaba en el Camino Viejo de Monteagudo, a unos
El tercer y último local se encuentra en la Avenida de Zarandona, a unos
Centrándonos ya en “nuestro” café, el Genil es un bar para todos los públicos. Puedes encontrar desde niños hasta personas mayores, pasando por gente joven, grupos de amig@ y grupos de trabajo. Ambiente de fútbol, ambiente de noche los fines de semana.
Como mínimo, en esta cafetería hay alrededor de 7 camareros. Por las mañanas siempre hay dos, Mariano y Noe. A partir de las 5 de la tarde, Laura y Puri (y a veces Adrián) se hacen con las riendas del local hasta la hora del cierre.
Los fines de semana, Mariano y Víctor por las mañanas, por las tardes Laura y Adrián y Mariano es la persona que complementa los días de partido. Todos, o casi todos, saben tratar a los clientes ofreciendo un trato personal y dedicación.
Los 365 días del año. Esta cafetería no descansa ni en año nuevo. Quizá ese sea el motivo por el que funciona a la perfección, o casi a la perfección. De lunes a viernes, el Genil abre a las 8 de la mañana y cierra sobre la 1 de la noche, sin descanso al mediodía. Los sábados y domingos abre sus puertas a las 9.15 y cierra, alrededor de las 3 de la madrugada.
La decoración del local es clásica. El color predominante es el marrón y las paredes son claras, un color beige. Hay cuadros en todas las paredes y en algunas columnas hay espejos. En el pasillo central se encuentra la barra con sus correspondientes 10 taburetes. A ambos lados de la misma están dispuestas las mesas, unas 15 normales y otra más alta y grande con seis taburetes. Lo más incómodo del local son las sillas de madera, que ya van teniendo unos añitos y es recomendable que sean renovadas.
Los aseos se encuentran al final del bar, al lado de la puerta trasera y del almacén. Suelen estar limpios, con el correspondiente papel (difícil de encontrar en otros locale
s), y siempre con jabón. El de mujeres es más amplio, enfocado también para los minusválidos, que a su vez, pueden acceder al local por la puerta trasera, que dispone de una pequeña cuesta.
Cuando el tiempo lo permite (que aquí en Murcia es casi todos los días) encontramos montada la terraza de esta cafetería, con sombrillas, toldos y 15 mesas más o menos. Los fines de semana, sobre todo a la hora del aperitivo es imposible encontrar una mesa libre. En esos días, el producto estrella es el pulpo, en menos de una hora a desaparecido de la barra.
En cuanto a la música, que no es lo másimportante en este local ya que no es un local de noche, sino una cafetería de día, lo primero que llama la atención es la variedad musical que hay. La música es muy diferente, pero quizá, la utilización de la misma no es la más adecuada. Para desayunar, a primera hora de la mañana, igual escuchas una canción de actualidad, con un ritmo más lento y apropiada al momento, que una canción propia de una discoteca house o una canción de “reggaeton”. No es que sea un problema muy grave, pero si es cuanto menos mencionable y algo curioso.
No es radio lo que se escucha, es una lista de canciones que tiene el local, quizá esta es la causa de esa variedad de canciones. Por otra parte, cada camarero tiene sus gustos, y la música viene determinada también en función del camarero.
Al estar abierto todo el día, en el Genil se puede desayunar, comer e incluso cenar. Para desayunar, lo más reclamado son los cafés con leche, acompañado de tostadas o de cruasanes con mantequilla y mermelada. A partir de las 11 de la mañana, llegan aquellos que quieren almorzar, la cerveza, la ensaladilla y los bocadillos son los productos preferidos a estas horas. Para comer, los bocadillos calientes son los productos estrella, al igual que en la cena.
Los precios son asequibles: una caña 1.10, un desayuno alrededor de 2 euros, un café 1.20, y un bocata unos 2.50 euros. En fin, precios asequibles para estos tiempos de crisis.
A la hora de la retransmisión de eventos deportivos, el Genil adquiere un ambiente especial, ya que son muchos los clientes que vienen a disfrutar de un buen partido de fútbol (el café emite todos los partidos del Real Madrid y F.C. Barcelona), un gran duelo de Nadal o una carrera de fórmula 1, por citar algunos ejemplos.
En algunos encuentros, incluso se genera una sana rivalidad entre seguidores de diferentes equipos, lo que le da a cada encuentro un toque de emoción que lo hace mucho más divertido.
Quizá el único pero, por poner alguno, sea lo difícil que puede resultar encontrar sitio en partidos importantes, problema resuelto por más de uno llegando al local con unos 20 minutos de antelación.
Roberto Marín, cliente asiduo a este local nos da su opinión: “Se trata de un local donde conviven en perfecta armonía clientes fijos, que acuden incluso más de una vez al día, con clientes esporádicos, que invitados por alguien o por iniciativa propia vienen a tomarse un café o unas copas.
Es un sitio al que puedes venir a cualquier hora del día, y la calidad del café hace que resulte tentador visitarlo diariamente”
FOTOS: Murcia De Noche
0 comentarios:
Publicar un comentario